RODRIGO Y EL DEMONIO
Hace mucho tiempo en la ciudad de lima, en las fechas de semana
santa, un demonio salió a la superficie, este se llamaba judas, enviado por
satanás para arruinar la celebración de la semana santa en la iglesia san
Pedro, pero con ayuda de una persona que
el demonio debía poseerlo.
En unas calles de lima
caminaba Rodrigo, una persona que siempre ayudaba a los demás sin recibir nada
a cambio, tenía mucha fe al señor por esto siempre en las mañanas iba a la
iglesia.
el demonio al ver a Rodrigo, supo que era la persona que él
debía poseer y cuando el demonio entro al cuerpo de Rodrigo, sintió que una
fuerza lo estaba retirando, se dio cuenta que no podía poseerlo, porque estaba
bendecido por dios. Cuando Rodrigo se dio cuenta que un espíritu malo lo quería
poseer, fue a la iglesia san Pedro, para hablar con el padre Manuel. Cuando
Rodrigo entro a la iglesia, saludo al padre, también conocido como el negrito,
por su apariencia física, y le contó todo lo que le había pasado, el padre
Manuel le respondió diciéndole que el
demonio quiso poseerlo, pero como él era una persona buena, no lo pudo. Le
cuenta que tenga cuidado porque seguro quera vengarse poseyendo a una persona
muy cercana a él, también le dijo que su familia ya no comiera carne en estas
fechas.
Rodrigo regreso a su casa, abrazo a su hermano y a sus
padres, les contó lo sucedido y les dijo que no comieran carne en estas fechas,
porque cometerían un pecado y el demonio los poseería.
Su hermano Raúl que era
menor que el, el travieso, cogió un pedazo de carne de res y se lo comió, el
demonio judas lo poseyó a Raúl
Raúl poseído en el día
sábado, el día de la gran celebración de la semana santa en la iglesia san
Pedro, recogió una caja de fósforo y lo prendió para lanzarlo en los manteles,
para crear un incendio, pero el hermano Manuel se dio cuenta y lo detuvo, lo
amarro.
El padre Manuel localiza a
Rodrigo, que estaba buscando a su hermano. Al enterarse se entristeció y le
dijo al padre como quitarle el demonio, el padre le dijo: espera a las doce de
la noche y tu hermano se librara del demonio.
Hacia se hizo, el padre
Manuel y Rodrigo esperaron a las doce de la noche, y su hermano despertó sin el
demonio.
El demonio volvió al
infierno y nunca se supo de él, Raúl y Rodrigo, siempre desde ese día nunca
comieron carne en la semana santa y siempre van a la iglesia a orar.
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